
Fan de la tranquilidad y de la felicidad descontrolada. Obsesion por las sonrisas sin motivo, no desmotivadas; por las miradas a los ojos y las carcajadas espontaneas. Sin ninguna duda se puede crecer con el sol por la ventanta al cerrar los ojos en tren.
Respirar y parar un momento...parar el tiempo con un suspiro, y seguir hinchada de vida como globo...¿por qué no disfrutar de cada segundo? Entusiasta de la sencillez y admiradora de la empatía...y por qué no, sin fundamento ni finalidad.